02 diciembre 2009


Busquemos un buen comienzo para un blog.

Primero, ¿qué me ha incitado a crear un blog? Siendo sincera, no lo sé. Sólo buscaba un lugar para evadirme del mundo real (una frase muy tópica ¿no?), pero es la pura verdad. Es muy 'cansino' estar día tras día metida en una monotonía que no parece terminar, y no me refiero a las clases en sí. En muchas otras cosas más, a las que no paro de darle vueltas en mi cabeza. De todas formas, ese no es un tema del que quiera hablar aquí, precisamente.

Simplemente, quería sacar un pequeño 'párrafo' que me vino a la mente. Una minúscula tontería, que me parece interesante.

Muchas veces, uno desea poder volver al pasado. Volver a esa época en la que no te preocupabas por nada. No importaba con quién estuvieras y con quién no. Cuando tenías una sola preocupación (o varias preocupaciones, quizá), que se basaba: qué juguete querías para Navidad, si Papá Noel se acordaría de ti ese día tan especial, los pocos días que quedaban para tu cumpleaños, que ese niño tan raro que se sentaba contig en clase no te cogiera tu oso preferido... en fin, chorradas si puede decirse, chorradas de niños. Pero aún así, en un presente piensas en cuánto te gustaría volver a esa época; mas no te das cuenta, que cuando la vivías, deseabas que el tiempo pasara, anhelabas que esos malos momentos acabaran. Todo para que siempre, al final, desees que pase el tiempo lo más rápido posible.

Es increíble todo lo que puede llegar a pasar por la mente humana, todo lo que puedes llegar a vivir, y aún con todo lo vivido, creer que no has encontrado la felicidad y nunca llegarás a encontrarla.

Hasta que te das cuenta que la felicidad está justo delante de tus ojos, solo que tú no quieres o no puedes verla.




"Ganas fuerza, valor y confianza en cada experiencia en la que realmente te paras para enfrentarte al miedo. Podrás hacer aquello que nunca creiste que podrías hacer." E. Roosevelt